“Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad. Nadie te menosprecie.” Tito 2:15
Para todo padre uno de los mayores retos es controlar o aplacar pataletas y berrinches. Y aunque no es agradable como padres nos acostumbramos, en vez de acabar con ellas. Una rabieta no se trata con gritos, insultos, humillaciones, amenazas o castigos para nuestros hijos. Sino con comunicación efectiva, la cual nos ayudará a superar estas crisis, y esto con el tiempo le proporciona a nuestros hijos (as) las herramientas necesarias para poder expresar lo que siente de manera correcta.
Pero la pregunta es ¿cómo?
Uno de los aspectos importantes es el dialogo que entablamos con nuestros hijos. Debemos de antemano explicar que pasara si ellos tienen es comportamiento, cuales son las consecuencias si lo hacen. La frase final de estos diálogos es siempre la más importante, si sus hijos no quieren entender aquello que ya le ha explicado con paciencia, pues algo que debe saber es que un grito desencadena más pronto la rabieta. Por ello el dominio propio y la calma deben estar en usted.
Una rabieta o berrinche o pataleta es un recurso que usa nuestros hijos(as) para poder expresar sus necesidades, sentimientos y emociones, pero ejerciendo manipulación.
Como padre esto resulta molesto, incómodo y frustrante. Pero debes entender que nuestros hijos todavía no saben expresar con palabras aquellas emociones y sentimientos que lo exceden, es decir que no controlan pero no saben comunicarlo. Para ello padres el primer reto es conservar la calma y armarse de interminables paciencia para superar esta circunstancia. Debemos estar dispuestos a dialogar sin perder la calma, explicando la cantidad de veces que sea necesario los motivos por los cuales “no es no”. Recuerde su hijo(a) está aprendiendo a comportarse, y la repetición es la única manera de aprender para ellos.
El autoritarismo no es la mejor manera de manejar la situación, pero eso tampoco quiere decir que no debemos ejercer autoridad. Debe mantener una postura firme e inquebrantable, combinado con diálogo, comunicándose con un tono de voz suave, relajado y sincero.
Como padre debe descubrir las razones por las que su hijo(a) se encuentra tan enfadado o molesto, después podrá aportar explicaciones, consecuencias y, en caso de que no sea suficiente, proponer también alternativas. Pero lo más complejo es que decirle cuando está en ese estado de emoción que lo sumerge en la pataleta. Les proveemos unas frases que pueden ayudarle.
Nuestros hijos(as) van a sacar todo lo que tiene dentro y no dejarán de llorar y gritar hasta conseguir lo que quieren, pues desde que nacen como padres les hemos dado todo lo que han necesitado. Por ello cuando enfrentan el “NO”, les es difícil y acto seguido es el berrinche.
Frases finales para terminar con un berrinche, rabieta o pataleta:
* “Ya te respondí”. Puede que el niño después de todas las explicaciones, consecuencias y alternativas brindadas, intente lograr su objetivo de todos modos. Una de las formas que ellos usan es la interrogación al estilo policial que, parece no tener fin lo cual nos lleva a perder la calma. Preguntará una y otra vez la misma cosa que ya has respondido cantidades de veces. La solución está en frenar este interrogatorio contestando con un “ya te respondí” ante cada reiteración. Esto llevara a sus hijos a entender que usted no cambiara de parecer. Esto puede llevar tiempo, pero una vez que sus hijos entiendan que con esta frase usted indica su parecer y no lo cambiara, ellos entenderán.
* “Esto ya no está en discusión”. Cuando quieras acabar con las rabietas que se originan por algo que simplemente no debes permitir a su hijo(a) por cuestiones de seguridad, debes ser contundente. Si el niño insiste, cierra la charla con un “no vamos a discutir más esto”. Puedes parecer dura, pero su bienestar debe estar por encima de todas las cosas.
* “Esta conversación se acabó”. Otra buena manera de cerrar estas extensas conversaciones. Especialmente cuando los niños(as) vuelven a lo mismo aun cuando se les explico varias veces. Si no comprende las consecuencias ni responde a las alternativas, es hora de dar por finalizada la charla. Después de terminar con esta frase en tono firme, el cambiar de tema o buscar otra actividad será vital para acabar con las rabietas. Es importante que ellos reconozcan la autoridad que tenemos como sus padres, que aunque no siempre comprendan nuestras respuestas, deben acatarlas.
* “La decisión está tomada. Si vuelves a mencionarlo, habrá consecuencias”. Si tu hijo se muestra muy insistente a pesar de haber puesto todo tu empeño, esta es una buena opción. Está de más decir que, si apelas a esta estrategia, debes ser capaz de cumplirla. Si tras esta frase, tu hijo aún mantiene su actitud desafiante, es bueno que vea que cumples lo que dices: “te dije que habría consecuencias, vete a tu habitación y ponte a hacer los deberes”. Esta estrategia funcionara siempre y cuando nosotros como padres cumplamos lo que dijimos, pues si no es así, estamos debilitando la autoridad que ellos deben reconocer y respetar en nosotros. Un NO o SI debe mantenerse en todo momento.