Esperar y perseverar en Dios es una prueba de nuestra fe. La Biblia nos enseña: “Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme! Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos” Mateo 15:25-26. La verdadera fe te acerca Dios en los tiempos de prueba, la fe no te aleja del Señor, lo vemos aquí pues ésta mujer antes “clamaba”, pero ahora “se postra y clama” y Jesús comienza a hablarle cuando al principio no le respondía palabra. El silencio de Jesús duro un tiempo, pero ahora Jesús responde. La perseverancia en Dios nunca es en vano.
Nuestra confianza en el Señor Jesús nos lleva a superar los diversos obstáculos de nuestra vida. Vemos en el texto que hay una madre intercediendo por su hija, y es muy interesante la primera frase del pasaje “Pero Jesús no le respondió palabra”. Ella rogaba al Señor por un milagro en su casa, pero Jesús guardaba silencio, y tal vez nosotros también hemos pasado por tiempos así y no entendemos el silencio de Dios, pero cuando Dios guarda silencio es porque está trabajando, y nadie lo hace mejor que él…
Quizá hoy estés enfrentando un duro momento en donde quisieras una respuesta de Dios y simplemente recibes un silencio que te ensordece, un silencio que no entiendes y que a veces hasta te desespera, pero aun en medio de eso sabes muy bien que la mejor opción no es huir, no es alejarte de Él, sino buscarlo más.
¿Qué hacer cuando Dios calla?
Lo único que podemos hacer cuando Él calla es seguir hablando con Él, seguir creyendo en Él, seguir confiando en sus respuestas, porque a pesar del silencio que pueda haber en este momento, Dios sigue estando a nuestro lado.
Dios no calla para desesperarnos, no lo hace para molestarnos, Él tiene razones que van más allá de nuestro entendimiento, pero que ya llegado a su fin nos dejan enseñanzas asombrosas. Estoy seguro que en medio de este silencio de Dios estás aprendiendo algo nuevo, estoy seguro que en medio de su silencio estas buscándolo más, quizá has mejorado tu relación con Él, quizá estas disponiendo más tu vida a su servicio, quizá tú fe está creciendo o muchas cosas más que no notas en este momento pero que sin embargo están sucediendo en tu vida.
No olvides también preguntarle al Espíritu Santo,que es lo que él quiere que aprendas o te sea revelado en este tiempo.
¡Anímate!, ¡No desmayes!, ¡Confía!, Dios nunca te abandonará, porque ese jamás ha sido su estilo, al contrario, su estilo es SORPRENDERTE SIEMPRE con respuestas que nunca imaginaste y que son perfectas, tanto en su forma como en su tiempo.
¡Dios puede callar, pero que no te quede ninguna duda que sigue trabajando en tu respuesta!
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