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En San Lucas 4:18 vemos que Jesús fue ungido, para cumplir, Su propósito.
¿Qué es Unción? Unción es la habilidad Divina, la Gracia, el Poder Sobrenatural; que confirma nuestro propósito, llamado, asignación, ésta, nos capacita y empodera, para cumplirlo. Unción es la capacidad Divina que viene, para hacer algo extraordinario. Unción es estar empoderado sobrenaturalmente para que vencer lo imposible.
Lo dones y los talentos están limitados, sino están unidos, a Dios. En Hechos 10:38, vemos que si Dios esta contigo, te irá bien y las puertas, van a estar abiertas. Con la unción, Dios te da el Poder para caminar en el propósito, que te dio; Hechos 1:8, habla que recibiremos, Poder. La medida de Poder y Unción, va de acuerdo, a su propósito.
Jesús fue un varón aprobado, por Dios, Hechos 2:22. La clave del éxito, es vivir sometido a la Voluntad del Dios, San Juan 6:38-39 lo dice. Usted no deja que nada se pierda, cuando camina, en su propósito. Todo ya esté preparado cuando está ungido, para algo. Su nivel de bendición, viene de acuerdo, a su nivel de rendición. Sin embargo, cuando estamos fuera, de la Voluntad de Dios, y cuando no estamos alineados, al propósito, para el cuál, fuimos ungidos, es cuando vamos a sufrir golpes, en la vida, San Lucas 12:47. Si usted sabe que se tiene, que apartar de algo, hágalo, por que su Unción, solo es efectiva cuando está sometido, a la Voluntad de Dios. Usted es fuerte en su propósito, fuera de el, va a tener pérdidas; esto, lo podemos ver en la vida de Sansón, bajo la unción, usted es poderoso (Jueces 15:14-15. Pero fuera del propósito, era un debilucho.
Cuando el diablo te ve caminar en tu propósito, no te puede tocar, ya que Dios te protege, te preserva y prospera; porque el propósito, te da cobertura. Para acceder a un manto de sucesión, debemos estar, bajo sujeción. Pedro es otro ejemplo de ello, sin la unción, era un impulsivo, y traidor, pero en Hechos 2:38-40, vemos a un Pedro ungido, en su propósito, predicando y alcanzando, a 3,000 personas; así como a Pedro, si reconocemos la Unción de Dios que nos acompaña, todo nos irá bien. Sin embargo, si hacemos algo, fuera de nuestra asignación, no tendremos el acompañamiento Divino.
Dones y talentos, son habilitados, a una dimensión mayor, cuando entramos en nuestra asignación, pero fuera de el, vamos a estar desalineados, solo vamos a sentir frustración y nos amargaremos. Necesitamos ser ungidos, como Pablo en Hechos 9:1-6, que habla de su encuentro Sobrenatural, con Jesús el Resucitado. Dios usará circunstancias, en su vida para que su propósito, se cumpla. Dios quiere gente ungida, operando en su propósito. Cuando usted está, en el propósito, se acercarán a usted, las personas que necesita, Dios no desampara, a nadie. El enviará un Ananías, a que nos unja, hacia el propósito y que entremos, a nuestro máximo, rendimiento y productividad.
Cuando encontramos nuestro propósito, entramos en una racha de bendición. La bendición se activa, cuando conocemos, nuestro propósito. En San Mateo 3:13-17, Jesús viene al Río Jordán a ser bautizado. Jordán significa: el que desciende, lugar de humillación o rendición. Hay 4 cosas que suceden, cuando caminamos, en nuestro propósito:
1. Veremos Cielos abiertos.
2. El Espíritu Santo descenderá en nosotros.
3. Somos afirmados, por Dios, Padre.
4. Dios deposita su favor sobre nosotros.
Favor es ese acceso, trato especial, posición de influencia, para prosperar y tener éxito, en todo, lo que hagamos.
Hay un aspecto importante, que usted debe saber: Cuando una persona, no entra en su propósito y no opera bajo la unción de Dios, siempre estará, en necesidad.
Una persona, que vive de acuerdo a sus necesidades, a menudo se vuelve egocéntrica y egoísta. Y convierte su necesidad, en su ídolo. San Mateo 6:31-32. Una persona ungida y con propósito, pone a Dios, siempre primero. San Mateo 6:33.
Perfil de una persona en necesidad: –Vive en la mediocridad, – Van a tener escasez – -Se conforman- -Activan la línea de pobreza- -Relegan a Dios- -Engrandecen su problema-.
Debemos saber que donde opera el Propósito de Dios, jamás habrá limitaciones. Debemos hacer la transición, de una mentalidad de necesidad, a una mentalidad, de Propósito. Sabemos que en el Salmo 23:1 dice, que Dios es nuestra fuente y nada nos faltará.
El altar es nuestro punto de encuentro de fe y decisión, allí se desatan propósitos. La cruz fue el Altar, donde Jesús llevó todas nuestras necesidades, pagó todas nuestras deudas y perdonó todos nuestros pecados, y clavó toda necesidad, para que vivamos, en nuestro propósito.