En un solo Dios, Señor y Dueño de todo el universo, que es Omnipotente, Omnisciente, Omnipresente, que se manifiesta en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
En un solo Dios, Señor y Dueño de todo el universo, que es Omnipotente, Omnisciente, Omnipresente, que se manifiesta en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
En Jesucristo, Hijo Unigénito de Dios, quien dejó su trono en el cielo, se despojó de su investidura, para venir a la tierra a rescatar lo perdido, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, que nació de una mujer terrenal, virgen, escogida y bienaventurada llamada María; ¡Sí Jesús! Que fue crucificado y murió por todos los pecados del mundo en una cruenta cruz, derramando su sangre preciosa para salvarnos, siendo sepultado, descendiendo al infierno para despojar al diablo y a sus aliados, reduciéndolos a cero, resucitando al tercer día para redimirnos de la malignidad, hasta ser exaltado con majestad y sentado en lugares celestiales, a la diestra del Padre y estando completamente seguros, que regresará por los suyos en los aires para llevarnos a la morada celestial que ha preparado para nosotros sus hijos.
En el Espíritu Santo, como nuestro Abogado, Consolador y Guía, quien nos conduce e intercede por nosotros con gemidos indecibles, quien nos imparte de su Unción, Poder y Libertad, para convencer de pecado, justicia y juicio.
En la irrefutable resurrección de los muertos y en la esperanza de gloria, que al sonar de la trompeta, los muertos resucitarán y serán vivificados, para participar del cielo y tierra nueva por la eternidad.
Que el ser humano, es creación absoluta de Dios, que el hombre es salvo por gracia, por medio de la fe en Jesucristo y no por ninguna clase de obras terrenas que el haga, que es justificado gratuitamente, que tiene un diseño y un propósito desde antes de la fundación del mundo, para vivir lleno de abundancia y en plenitud.
En la inmensa misión y responsabilidad, que nos ha sido encomendada: La Gran Comisión, de predicar el Evangelio del Reino de Dios, bajo la revelación, manifestaciones, señales, milagros, maravillas y prodigios, a través del Poder del Espíritu Santo.
En la Iglesia, la Eklessia, como la asamblea de los creyentes, que manifiesta libremente su fe, que son hijos(as) de un solo Dios y Padre, teniendo a Jesús como nuestro Hermano Mayor, unidos a través del vínculo del Espíritu Santo, quien nos ha regalado Dones para que fluyamos, sirviendo y edificando el Cuerpo de Cristo, a través del funcionamiento de los cinco ministerios (Apóstol, Profeta, Evangelista, Pastor y Maestro) que Dios mismo ha constituido.
En el establecimiento del Reino de Dios, que el cielo se ha introducido en nosotros, que ha llegado para transformarnos con una nueva mentalidad, para mostrarnos el amor infinito, ilimitado e incondicional de nuestro Gran Dios, para traer a los hombres sentido de destino, vida triunfante, identidad, acercamiento al prójimo, respeto, dignidad y una inquebrantable fe superior.
En la Biblia, como Palabra revelada de Dios, Fuente de Sabiduría, en su infalibilidad, como Iniciadora, Creadora y Sustentadora de vida, Autoridad innegable primera y última, que fue inspirada por Dios y que santos hombres escogidos y llamados la escribieron, para corregir, enseñar y ser útil, hasta ser considerado como EL LIBRO MÁXIMO por los siglos de los siglos.